Los Signos Zodiacales: El Elemento Tierra

Los signos del Zodíaco pertenecientes al elemento Tierra son Tauro, Virgo y Capricornio.
Vamos a describir la simbología de cada uno de ellos.

Tauro: El fiable

Imagen obtenida de: http://www.imagenesdelzodiaco.com/2010/12/el-zodiaco-esoterido-de-johfra.html

El Sol se halla en Tauro del 21 de Abril al 21 de Mayo.

El símbolo de este signo es el toro, cuyo protagonista aparece en el centro de la imagen. Es un signo de tierra y mientras que Aries es el signo de la acción, Tauro es el que tiene que ver con el abastecimiento, lo material, y el buen vivir.

Su regente es el planeta Venus, por eso le gusta la belleza y la paz y también que lo dejen en paz.

La representación de este animal es antiquísima, se representaba ya en las primeras cavernas y ha sido venerado por numerosas civilizaciones.

La imagen central del toro blanco con una mujer sentada encima de él, tal vez se trate de Venus ya que en el cielo vemos al que puede ser su hijo Cupido, jugando con dos palomas o tórtolas, lo que nos deja clara la idea del amor.

Personalmente me recuerda al rapto de Europa, cuando Zeus se transforma en un toro blanco como la nieve para aproximarse a Europa.

En el suelo descansa el que parece ser Marte (por el casco con el que dos niños juegan a sus espaldas, y los colores, dormitando sobre su escudo y espada ya que donde rige la paz y la armonía no tiene cabida la guerra).

En la parte izquierda, en este caso, nos aparece el segundo Arcano del Tarot, La Sacerdotisa con las dos columnas flanqueando ambos  lados.

Representa el misterio que esconde la naturaleza, el inconsciente y el universo.

El marco de la imagen está hecho a base de ornamentos vegetales, en un tono rojizo, pudiendo tratarse de cobre, ya que ese es el metal de Tauro.

Virgo: El analítico

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El Sol se halla en Virgo del 24 de Agosto al 22 de Septiembre.

La imagen principal es un hermoso ángel, o una virgo con alas, que tiene en su mano derecha una  espiga de trigo puesto que este signo está relacionado con la época de la cosecha y la fecundidad de la Tierra, su elemento.

Los ropajes de la virgo, se mimetizan con el suelo, floreciendo de ellos vegetación. Se le puede asociar a Ceres la diosa romana, por la espiga que porta ya que en aquella época el pan, era sagrado porque era lo que sustentaba la vida, lo que también podemos extrapolar al pan de la eucaristía, pan de vida eterna.

Podemos ver a Mercurio, planeta regente de Virgo, enmarcando con sus manos lo que puede ser la espiral del cosmos. Al ser el emisario de los dioses parece que conecta el cielo con la tierra. No olvidemos que Toth es Hermes, Mercurio.

Bajo la espiral cósmica, aparece una puerta, flanqueada por dos columnas (las de la Sacerdotisa, las columnas de Sansón, Boaz y Jaquín del Templo de Salomón en Jerusalén,…) y en el centro lo que parece como la representación de Osiris, que nos muestra su mundo en el que vive eternamente.

Las dos serpientes que suelen aparecer enroscadas en su bastón están separadas, una frente a otra, sobre esa materia primigenia que está entre la vida y la muerte, entre el cosmos y el inframundo.

A modo de escudos tenemos el Tetramorfos, el Toro, el León, el Águila y el Ángel, representando los cuatro elementos  y  los cuatro Evangelistas.

El Ángel es San Juan, representando el Agua, el Águila es San Mateo, haciendo referencia al elemento Aire, el Toro es San Lucas, representando a la Tierra y el León es San Marcos, simbolizando el Fuego.

El chacal, el mono y el ibis que aparecen en la imagen, son animales muy representativos en la civilización egipcia asociados a los dioses Anubis, Hedyur y Toth.

El mono porta la balanza, en una mano, en la que pesa en un platillo el corazón y en otro una pluma, que sirve para saber si el alma y el corazón del difunto fue justa, lo cual nos remite a la diosa de la Justicia, Maat. En la otra mano lleva un pergamino con el sello planetario de Mercurio.

El Ibis, el escriba de los dioses, está en la parte inferior derecha sobre un libro, el cuál simboliza la sabiduría.

En la esquina inferior izquierda tenemos al Chacal, representando a Anubis. Él es quien conduce las almas de los muertos al paraíso, es el alquimista que transforma la vida en muerte y la muerte en vida eterna, por eso se le representa junto a un atanor, un horno de alquimista donde transformaban el plomo en oro.

El punto de luz a modo de estrella sobre la cabeza del ángel es Venus, el lucero del alba, primera “estrella” que aparece en el firmamento al ponerse el sol.

Capricornio: El realista

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El Sol se halla en Capricornio del 22 de Diciembre al 20 de Enero.

Lo que destaca de la imagen es el macho cabrío erguido sobre una roca, observando desde arriba a los mortales.

Bajo esa roca hay una caverna en la que se encuentra Saturno, su planeta regente, representando el tiempo, con la guadaña y el reloj de arena en cada una de sus manos.

En cierto modo representa la muerte pero también la vida, ya que le solsticio de invierno acaba de pasar y se aproxima un año nuevo.

Vemos que hay una roca plana con el signo de capricornio apoyada en la entrada.

Esa caverna representa el nacimiento de un nuevo señor.

Recordemos que durante el solsticio de invierno nace Mitra el dios persa, en la cueva de una roca, al igual que Hermes, Apolo y Dionisos.

Zeus fue criado en el interior de una de ellas por su madre, e incluso Cristo nació en un establo o portal.

La idea de cueva nos lleva al interior del útero materno, a la profundidad de la tierra, y el paso hacia la luz, el nacimiento, es en sí un camino de iniciación y a su vez un renacimiento.

De las rocas descienden los que se puede suponer como los hijos de Saturno, cinco niños escondidos entre las rocas, tal vez evitando que el tiempo los devore mientras emprenden su camino iniciático.

Del lado derecho de la imagen sale Apolo, de las rocas saturnianas, aplastando a Apepi, la serpiente egipcia que encarnaba el mal.

A la izquierda tenemos a Hércules, de pie sobre un cocodrilo, con una serpiente en cada mano, de las que se liberó, según la mitología, cuando estaba en la cuna y se le enroscaban en el cuello, cuando Hera la esposa de su padre, Zeus, al no estar de acuerdo con que éste hubiera tenido a Hércules con Alcmenae, ordenó que llevaran junto a su cuna a dos serpientes venenosas.