SIGNIFICADO ESOTÉRICO Y SIMBÓLICO DEL ARCANO DEL TRES DE COPAS
Hoy vamos a
ver el Arcano Menor Tres de Copas.
El Tres de
Copas nos habla de la alegría, pero no esa alegría que depende de los logros o
los éxitos cosechados, nos habla de la alegría como actitud ante la vida,
tratar de ver las cosas de la manera más positiva posible para contagiar ese punto
de vista a todos los que nos rodean.
En el Tarot de Rider Waite la imagen son tres
mujeres jóvenes con sus cabezas adornadas con coronas de flores, que levantan el
brazo en el que portan una copa como si de un brindes se tratara, en señal de
júbilo.
El suelo
está cubierto de frutos y hortalizas por lo que parece ser que las jóvenes
están celebrando la fiesta de la cosecha.
La mayoría
de las frutas y hortalizas se cosechan de Junio a Agosto, aunque las uvas, que
también se aprecian en la imagen, se recogen incluso hasta Octubre, pero es
curioso que tengan en común el mes de Julio cuando esta carta corresponde al
signo de Cáncer en su segundo decanato, el que va del 1 al 10 de Julio.
Como Arcano
de Copas, nos habla de sentimientos, emociones y la expresión de ellas.
Este Arcano
Menor me recuerda plenamente al cuadro de Rubens de “Las tres Gracias” y al de “La Primavera” de Botticelli, donde
también aparecen tres muchachas en esa disposición.
Según la
mitología griega estas Cárites, hijas de Zeus y de la ninfa Eurínome, a su vez
hija de Océano y Tetis, encarnaban la Belleza (Áglae, la resplandeciente), la Gracia
(Eufrósine, la alegría) y la Fertilidad (Talía, la que hace florecer), y
siempre se las representaba en banquetes y celebraciones.
El cielo de
la imagen es azul y no presenta nubes ni se sospecha que vayan a haber tormenta,
dotando a la imagen de mucha luz y claridad.
Nos indica
que no hay nada a la vista que pueda ensombrecer el disfrute de nuestras
protagonistas.
Al elevar
sus brazos hacia arriba, considero que están “abriendo su espíritu” a fuerzas
superiores como un gesto de agradecimiento por todo lo que de bueno se les ha
dado, tanto el poder disfrutar de todos los dones de la Naturaleza y de su
abundancia como del simple hecho de estar
vivas, resultando la imagen un canto a la Vida y el reflejo de que si celebras
es porque aceptas y agradeces lo que se te da, siendo esto un ciclo perpetuo de
recepción y agradecimiento.
Sus ropajes
son distintos, una viste de blanco en señal de pureza de espíritu, otra lleva
un manto amarillo como reflejo de la inteligencia y la que posa de espaldas al
espectador viste de rojo, el color de la fuerza y la energía vital que todo lo
anima.
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